Durante décadas las tarjetas de crédito han sido consideradas por muchos como uno de los mejores medios crediticios.
Esto incluso luego de conocer los altos intereses generados por su uso y el peligro que supone para la economía doméstica su uso indiscriminado.
Y es que la facilidad a la hora de su uso, el hecho de contar con un crédito preestablecido, su aceptación generalizada y su enorme versatilidad hacen que su uso aún hoy se mantenga en ascenso.
¿Cómo funcionan las tarjetas de crédito?
Este tipo de instrumento es otorgado por una entidad bancaria certificada que brinda una constante crediticia limitada al titular permitiéndole crear una deuda sustentada por la institución.
Los bancos o entidades que ofertan las tarjetas se benefician al cobrar una cuota de interés sobre el saldo generado, mientras que el tarjetahabiente goza de la posibilidad de comprar y pagar aun cuando no cuente con liquidez inmediata.
Además, los bancos suelen agregar comisiones extra por mantenimiento y otros servicios que también se suman al beneficio económico de la entidad.
Pero ¿qué pasa cuando el titular simplemente no usa su tarjeta?
Si no activo mi tarjeta de crédito, ¿me cobran anualidad?
En términos generales las cuotas de mantenimiento, actualización y servicios generadas por el uso de las tarjetas de crédito solo se contabilizan a partir del primer uso del instrumento.
Entonces, incluso en caso de que actives la tarjeta, tu primer pago se hará luego del primer uso.
Eso sí, en caso de realizar una sola compra, tendrás que pagar estos gastos aún cuando hayas culminado el pago inherente a la compra, hasta que canceles tu tarjeta o supere su fecha de vencimiento.
¿Cuál es la cuota anual de una tarjeta de crédito?
La mayoría de las tarjetas de crédito traen consigo una cuota extra anualizada que corresponde al gasto por mantenimiento del instrumento.
Normalmente este pago anualizado tiene un costo que oscila entre 25 dólares y 250 dólares, y aunque este pago ha sido una constante durante décadas se sabe que hoy en día cada vez más empresas de préstamos de este servicio están optando por eliminarlo.
Según las entidades que proporcionan este servicio la cuota anual evita la existencia de cargos por acreditación en cada compra, facilitando la comprensión de la deuda y evitando errores recurrentes en el cálculo de gastos de cada persona.
¿Qué pasa si no pago en el banco?
Entrar en mora siempre representa un grave problema a nivel económico, y cuando se deja de pagar las cuotas de la tarjeta de crédito los efectos negativos no tardan en aparecer.
Claro está, todo dependerá de cuánto tiempo pases sin pagar, pues lo normal es que con solo unos días el banco se contacte contigo de forma cordial recordándote hacer el pago.
Sin embargo, cuando se superan los 120 días de mora lo normal es que el banco venda tu deuda a una oficina de cobranza que se encargará de entablar un procedimiento legal más agresivo a fin de recobrar la cantidad adeudada.
Por otro lado, la deuda se incrementará de forma vertiginosa pues al superar la fecha límite de pago el monto generará intereses de riesgo que son mucho más elevados que los fijos.
Al final la peor de las consecuencias suele ser la inscripción en ficheros de morosos que dificultan, por no decir que hacen imposible que otras entidades financieras aprueben créditos a tu nombre, algo que puede mantenerse incluso luego de pagada la deuda que te puso allí.
¿Por qué me cobran anualidad si no activé mi tarjeta de crédito?
Aunque no es algo normal, algunos bancos generan cobro de anualidades aun cuando no se haya activado el instrumento.
Ellos alegan que de igual forma, aunque no esté en uso el instrumento existe y se requiere del mantenimiento normal para permitir que cuando el cliente decida usarlo pueda hacerlo sin ningún inconveniente.
Además, el hecho de no activarla no es garantía de no generar costos pues la mayoría de las tarjetas de crédito actualmente se activan automáticamente 30 días después de ser entregadas al cliente.
¿Qué hacer con una tarjeta de crédito que no uso?
Si bien esta pregunta puede parecer fácil de responder para muchos, la verdad es que la mayoría de quienes poseen estos instrumentos no saben qué hacer con exactitud en el momento en que tienen una tarjeta sin uso.
Sin embargo, la respuesta puede ser más obvia de lo que se cree, pues solo existen dos alternativas viables y a la larga rentables.
La primera es usarla, y es que si la solicitaste o el banco la aprobó una buena idea puede ser aprovecharla siempre que lo hagas de forma ordenada y correcta.
Por otro lado, hay quienes prefieren cancelarla, esto resulta recomendable si posees otras tarjetas y quieres evitar deudas de más, algo que se ve más a menudo de lo que podrías creer y que genera problemas económicos a miles de personas cada año.
Cancelar la tarjeta de crédito NO es una pérdida de tiempo
Seguramente muchos intentarán convencerte de que cancelar una o varias tarjetas de crédito puede ser algo malo, esto sin contar con lo que pueden decirte los asesores bancarios, que por el contrario puede que intenten darte un par nuevas.
Sin embargo, la realidad es que hacerlo puede ser una de las decisiones más inteligentes que tomes, principalmente si te encuentras buscando organizar tus finanzas, reducir tus gastos y crear solvencia en tu cartera económica.